Se denomina hiperhidrosis a la sudoración excesiva que se presenta sin ningún estímulo, sabemos que la producción de sudor es una respuesta termorreguladora normal del organismo y ocurre generalmente con la exposición a altas temperaturas (climas cálidos, saunas , turcos), durante el ejercicio y en situaciones que generen nerviosismo y ansiedad. Cuando existe hiperhidrosis la sudoración es apreciable incluso en un cuarto con aire acondicionado, en reposo, o en ambientes relajados, en los cuales no se esperaría que una persona sudara. Esto ocasiona gran disfunción emocional, psicosocial y profesional.
La hiperhidrosis puede ser localizada o generalizada. En los casos localizados, se presenta en las axilas, palmas o plantas y en las formas generalizadas esta puede afectar toda la superficie corporal incluyendo la cabeza el tronco y las extremidades.
Según la causa, puede clasificarse como primaria cuando no está asociada a enfermedades subyacentes y secundaria cuando hace parte de procesos infecciosos, alteraciones endocrinas, o tumorales. De ahí la importancia de realizar una historia clínica completa y examen físico exhaustivo que permitan diferenciar entre una hiperhidrosis primaria focal y una hiperhidrosis secundaria y así mismo escoger el mejor tratamiento.
Existen varias opciones de manejo para esta afección, que van desde tratamientos tópicos, medicamentos orales, inyecciones de toxina botulínica y cirugía.
Tratamiento de hiperhidrosis axilar con toxina botulinica
El uso de toxina botulínica ha supuesto una revolución en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar primaria. Su efecto se debe a un bloqueo selectivo de la función de las glándulas sudoríparas disminuyendo la producción de sudor. La aplicación selectiva en las zonas con mayor sudoración permite actuar únicamente en las áreas que presentan más hiperhidrosis, y evitar así posibles efectos secundarios sistémicos o la aparición de hiperhidrosis compensatoria. Es un tratamiento muy efectivo cuando se aplica con una técnica correcta.
La toxina botulínica se aplica mediante inyecciones con agujas de pequeño calibre en las axilas, este procedimiento tiene una duración de 10-20 minutos, es ambulatorio con mínimas complicaciones y se realiza en el consultorio médico. El paciente puede retomar sus actividades habituales después del tratamiento.
El efecto puede ser apreciable una semana después de la aplicación evidenciado ausencia completa de sudoración, este efecto tiene una duración variable que va entre 3 y 9 meses, por lo tanto el tratamiento debe repetirse 1 a 2 veces al año, para mantener el efecto terapéutico.
La aplicación de toxina botulínica para el tratamiento de la hiperhidrosis es un procedimiento que produce una elevada satisfacción en el paciente y permite mejorar de forma importante su calidad de vida.
